Podemos abrir la heladera y no encontrar manteca, podemos abrir la cartera y haber olvidado el encendedor. Podemos ir a un lugar donde talvez encotremos algo pero tambien talvez no lo encotremos. Pero algo es seguro, si vamos a trabajar en un oficina, vamos a encontrar un flor de puterio disfrazado de cordialidad, buena onda, y bromitas de buen gusto.
Me toco trabajar en una oficina de telemarketing como operadora, oficio mas conosido como "telemarketer". Alli pude descubrir como una persona que creias exelente se puede vender por unos morlacos, como una mina puede cogerse al tipo mas feo de la tierra solo por su status, como uno puede enloquecer dentro de cuatro paredes por problemas infimos, hasta donde puede llegar el poder imaginativo de un ser humano a la hora de safar de un quilombo.
Lo mas triste que descubri en este trabajo, donde apenas ayer presindieron de mis servisios, es que lo que ya me habian dicho varias personas a lo largo de mi vida es cierto: Todos tenemos un presio, todos somos negociables. Hasta el mas hippie se puede aburguesar a cambio de tranquilidad economica.
Ya me enorgullesia de haber sobrevivido a una jornada laboral dentro de un local de Mc Donald's un "dia del niño". Hoy tambien puedo estar orgullosa de haber sobrevivido 6 largos meses en un callcenter.
Mis crudas realidades
A lo largo de mi corta vida, fui descubriendo crudas realidades, cosas que para mi "SON ASI!". Aqui estan para compartirlas con ustedes humildes parroquianos
La drogadicta canta lindo che
miércoles, 27 de febrero de 2008
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1 comentario:
ya sabés, donde hay venta de bizcochos es porque hay quien los compra :S
pero no te dejes desanimar, algún sucuchito para gente buena debe haber por ahí...
te quiero, niña!
Jota
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